EH Bildu ha interpretado que el PNV le proponía firmar un “cheque en blanco” de cara a la firma de un acuerdo para la estabilidad institucional y presupuestaria. EH Bildu, a través de distintos portavoces ha abonado la tesis de que lo que el PNV les propuso en las conversaciones mantenidas con sus interlocutores fue “un cambio de cromos” y no una propuesta con contenidos específicos. EH Bildu ha indicado que el PNV no ha contestado a las preguntas formuladas por sus representantes ni a sus dos documentos presentados. Y no es cierto.
Las dudas planteadas tras la primera reunión celebrada entre las delegaciones de PNV y EH Bildu fueron respondidas, por escrito y de viva voz, en directo, en la segunda ronda de contactos mantenida con los representantes de la coalición Euskal Herria Bildu.
Lo que es cierto es que el PNV no tuvo tiempo de responder a su segundo documento, entregado en la culminación del segundo encuentro, celebrado el pasado jueves día 8. No ha encontrado respuesta ya que EH Bildu no dio al PNV ni tan siquiera 48 horas para contestar, puesto que el mismo domingo sus representantes comparecían en rueda de prensa para anunciar la ruptura unilateral de las conversaciones.
Resulta curioso igualmente que las valoraciones de los encuentros fueran realizados por quienes ni tan siquiera estuvieron presentes en los mismos y que los juicios de valor manifestados por aquellos fueran publicitados sin aguardar la respuesta a su última clarificación, respuesta que el PNV remitirá próximamente de manera oficial.
El PNV no quiere incidir en las diferencias constatadas en los encuentros desarrollados , unos encuentros que comenzaron con un amplio nivel de sintonía, según palabras de sus portavoces más cualificados, y que , según pasaban los días , y sin mediar nuevos debates, se transformaban, a juicio de los diversos representantes de la coalición, en mayores desencuentros .
El PNV respeta las opiniones y la específica configuración interna de la coalición EH Bildu, pero constata que la diversidad de elementos y de discursos presentados en un mismo conglomerado ha dificultado notablemente reconocer no ya las pretensiones últimas de la formación política EH Bildu, sino discernir la homogeneidad de criterios que pretendían conferir a los contenidos debatidos. Así, ante una propuesta concreta, es difícil acertar a buscar un punto de encuentro cuando desde una parte de la interlocución se establece una especie de disputa interna por hacer planteamientos más atrevidos que los expuestos por otra parte de la misma interlocución. No obstante y ante la sensación de no hallarnos ante un contraste bilateral sino a un ejercicio de diálogo con una interlocución coral en la que cada miembro interpreta de distinta manera partituras y sintonías, el Partido Nacionalista Vasco respeta la diversidad interna determinada por EH Bildu.
Lo que no podemos admitir es la acusación de “cambio de cromos” pues consideramos que esta afirmación, pronunciada por quien ni tan siquiera participó en los encuentros bilaterales, no obedece a la verdad.
El PNV propuso a EH Bildu, como al conjunto de las formaciones presentes en el futuro Parlamento Vasco, tres ámbitos de consenso básico; el acuerdo para la reactivación económica y el empleo, que contenía dos apartados específicos en materia de estabilidad presupuestaria y de reforma del sistema tributarios; el acuerdo para la paz y la convivencia y el acuerdo para el avance del autogobierno vasco.
Estas materias siguen estando , en orden de prioridad, en la agenda del Partido Nacionalista Vasco y confiamos que , con tiempo y con mayor centralidad en los planteamientos, su efectividad y conclusiones puedan ser acordadas tanto por EH Bildu como por el resto de formaciones políticas.
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